La compañía Nao D'amores rescata Numancia, de Miguel de Cervantes, para traerla de nuevo al presente. Esta tragedia reflexiona sobre los límites de la libertad humana, individual y colectiva; y es también la expresión trágica de la impotencia humana y su supeditación a las formas de poder.
Esta versión, dirigida por Ana Zamora y coproducida por la Compañía Nacional de Teatro Clásico, es un hito más en la trayectoria de investigación de Nao D'amores en el campo del teatro medieval y renacentista, cuyas puestas en escena rescatan el patrimonio teatral español para ponerlo en relación con el mundo actual.
El teatro de Miguel de Cervantes se erige como un peldaño importantísimo en la evolución de las formas escénicas a finales del siglo XVI. Los valores culturales que el cristianismo irá imponiendo, en sustitución de las formas trágicas grecolatinas, encontrarán en Cervantes una figura esencial para proponer un cambio profundo, que nos llevará hacia una concepción moderna de la trama teatral y la creación de personajes. Deberíamos empezar a reconocer en él a uno de los grandes renovadores del teatro áureo y ser conscientes de que su uso de la forma trágica marcará a muchos de los dramaturgos posteriores.
FICHA ARTÍSTICA